Los implantes cocleares son dispositivos electrónicos, que permiten al aparato auditivo periférico deficiente la posibilidad de percibir el sonido del medio ambiente a través de un procesador del sonido y conducirlo por medio de un sistema electrónico hasta el nervio auditivo para que sea interpretado por el cerebro.
El implante coclear cuenta con dos componentes:
– El procesador del habla: es el que recibe las señales acústicas del medio ambiente mediante los micrófonos, las analiza, amplifica y codifica para transmitirlas al receptor interno.
Las características técnicas de los procesadores del habla mejoran y se especializan en poco tiempo, a la velocidad de la tecnología de los teléfonos celulares. Hoy, los procesadores del sonido tienen baterías recargables, micrófonos direccionales automáticos, conectividad inalámbrica con sistemas de audio, memoria de uso, posibilidad de cambios de programación según los ambientes, etc. y cada vez son más pequeños, livianos y con la posibilidad de sumergirlos en el agua.
– El receptor interno: es el que se implanta quirúrgicamente, decodifica la señal y la transmite en forma de pulsos eléctricos a través de su guía de electrodos colocada en la cóclea hacia el nervio auditivo.